
Nunca has probado un turrón de coco tan cremoso como este
No te creas que es pronto, en cuatro días estamos en Navidad y ya he visto los supermercados llenos de turrones de todos los sabores y, ¿sabes qué tienen en común todos ellos? Te lo digo… un exceso de azúcar!!
Los turrones pueden ser dulces estupendos y saludables, si controlamos cuales son sus ingredientes, y la mejor manera de llevar este control es hacerlos tú mismo en casa. Porque hacer turrón no es nada difícil, solo necesitas un ratito en la cocina y mucho cariño, como en casi todos los platos.
Si tienes ganas de sorprender a los tuyos esta Navidad, toma nota de esta receta
Elaboración
- Antes de empezar propiamente con la receta quiero decirte que para hacer unas pruebas de distintas variedades, compré una bandeja muy pequeñita de 10 cm x 6 cm, así que si vas a usar una de tamaño estándar de turrón, puedes doblar las cantidades que te indico. Dicho esto, vamos allá
- Necesitamos la nata de una lata de la leche de coco, y para separarla bien lo ideal es que la metas en el frigo el día de antes, se harán dos capas bien definidas, arriba la nata y abajo el agua de coco. Sacas tres cucharadas y las pones en un cazo a hervir con una pizca de sal, el aceite de coco y el eritritol. Da vueltas hasta que se deshaga bien, serán dos o tres minutos desde que rompe a hervir.
- Añade el coco rallado y la almendra molida y mantén al fuego otros dos o tres minutos. Verás que se espesa un poco más. No dejes de dar vueltas para que no se queme.
- Mientras tanto, engrasa tu molde con aceite de coco para poder desmoldar después con facilidad. Si tu molde es de silicona en lugar de metálico no será necesario.
- Vierte la crema en el molde y espolvorea más coco rallado por encima.
- Déjalo enfriar a temperatura ambiente, y cuando esté completamente frío lo pasas al frigo durante 4 horas.
- ¡ Ya tenemos el turrón listo para disfrutar! ¿no te ha parecido facilísimo?
Notas
El eritritol es un edulcorante natural, resultado de la fermentación de distintas frutas. No modifica los niveles de azúcar en sangre y aporta casi cero calorías. Por otra parte, también tiene menos poder endulzante que el azúcar, así que es posible que tú puedas necesitar un poco más de cantidad, en función de lo acostumbrado que esté tu paladar a los sabores naturales.
La pizquita de sal es casi imprescindible en todas las preparaciones dulces, porque potencia el sabor de los alimentos. Cuando digo “pizquita” literalmente es lo que cabe al coger un pellizco con dos dedos.
No te rindas a comprar turrones en el súper, hazlos en casa y podrás disfrutar de un capricho saludable, además de tener la posibilidad de hacer tus propias combinaciones, por ejemplo, si eres alérgico a las almendras (que usamos en esta receta) no tienes que renunciar, simplemente cámbialas por anacardos, que es el fruto seco que tiene el sabor más neutro y combina bien con todo.

Escrito por: Beba
Cocinar es de Guapas – Noviembre 2020