
Tip saludable para aderezar tus comidas y añadir nutrientes
Dime si no te ha pasado que vas a saltear unas setas y no tienes perejil, ggrrrr. Claro, siempre hay en la despensa un bote de perejil seco, pero no es lo mismo. El día que me acuerdo de pedirlo en la frutería, llego a casa, lo pongo en agua (queda precioso y es muy decorativo) y luego lo olvido hasta que se ha echado a perder.
Esto solo se puede explicar por la Ley de Murphy, la buena noticia es que tengo un truco que me salva de estas situaciones.
Bien, pues ahí viene mi truco. Lo primero que hago al llegar a casa es lavarlo bien y secarlo con un paño. Troceo el manojo y lo meto en la batidora, añado un par de ajos, una pizca de sal y un buen chorro de aceite de oliva. Le doy caña hasta conseguir una crema suave, lo paso a un frasco y puedo guardarlo en el frigorífico durante varias semanas.
Yo lo uso cuando hago verduras a la plancha, para pintar unas patatas y meterlas al horno, para añadirlo en alguna salsa, guisos… en fin, que lo acabo antes de que se estropee.
INFORMACIÓN NUTRICIONAL: Me gusta este combinado porque el perejil tiene vitaminas K y C que nos ayudan al fortalecimiento de los huesos y al sistema inmune. Tiene una cierta acción diurética y evita la retención de líquidos. También tiene minerales como fósforo, hierro, magnesio.. y en menor medida, algunas vitaminas del grupo B. Los ajos también son estupendos para el sistema inmune, el cardiovascular, para combatir resfriados, reducir la fatiga… Y del aceite de oliva virgen extra no hay más que buenas palabras, por eso se le conoce como oro líquido. Contribuye a reducir el colesterol, estimula el tránsito intestinal, reduce la acidez, favorece la absorción de nutrientes, ayuda a reducir la presión arterial y equilibrar el pH, a regular la glucosa.. en fin, todo bueno además de sabroso.

Escrito por: Beba
Cocinar es de Guapas – Diciembre 2018