
El amor en forma de dulce!
Vale, ¿qué sería lo tradicional? pues preparar un bizcocho, cortarlo en distintas capas y rellenar con cremas o gelatinas, pero ¿y si lo hacemos al revés? ¿y si tenemos una preciosa y suave gelatina de fresas y frambuesas, rellena de un bizcocho borracho súper jugoso? ñaaaaaam, pues ya te lo digo, te va a costar trabajo dejar de comer.
¿y si además te digo que es súper fácil de preparar? lo se, estás deseando empezar con la receta. Venga, manos a la obra !
Ingredientes
- 230 gr harina de fuerza
- 125 ml leche de avena
- 1 cda postre de canela
- 2 cda postre anis molido
- 20 gr levadura fresca
- 35 ml aceite de oliva
- 40 gr azúcar moreno para el bizcocho
- 400 gr fresas
- 1 puñado de frambuesas
- 8 gr agar agar en polvo
- 1 taza de café
- 2 cdas azúcar moreno para la gelatina
Elaboración
- Este pastel se construye en tres fases, y ya verás que todas son fáciles. Empieza por elegir el molde, para estas cantidades estoy usando uno de aro desmoldable (esto es fundamental) de 18 cm, prepara todos los ingredientes y comienza por hacer el bizcocho.
- Como en todas las preparaciones con levadura, empieza por ponerla en un cuenco con la leche templada y el azúcar, deja al menos 10 minutos para que se active.
- En un bol grande pon la harina, la canela y el anís, mezcla bien.
- Pasados los diez minutos, vierte el líquido con la levadura sobre la harina, añade también el aceite y remueve con una espátula. Cuando vas teniendo una masa sólida, lávate bien las manos y termina de integrar con movimientos envolventes. Tapa con un paño y deja reposar durante una hora.
- Precalienta el horno a 180º. Pinta con aceite el molde y vierte la masa, que si lo hemos hecho bien, habrá crecido. Si ya has usado ese molde y los bizcochos se te pegan, fórralo primero con papel vegetal y después pintas con aceite, eso hará que te sea más fácil desmoldar. Hornea el bizcocho durante 20 o 25 minutos, como los tiempos de horno son variables, asegúrate de que está listo pinchando con un palillo y que veas que sale húmedo pero limpio.
- Mientras el bizcocho enfría, aprovecha para hacer la segunda preparación, la gelatina. Lava bien las fresas y las frambuesas, reservando algunas para la decoración. Corta toda la fruta en trocitos bien pequeños y, ponlos en un cazo junto con las dos cucharadas de azúcar y un vaso de agua. Deja que hierva a fuego lento, dando vueltas de tanto en tanto durante unos diez minutos, después añade la gelatina en polvo y mantienes tres minutos más. No te preocupes si no espesa, lo hará cuando enfríe.
- Prepara café, y si quieres puedes añadir endulzante, aunque no es necesario (en realidad puedes hacerlo antes, porque es mejor usarlo cuando ya esté frío)
- Ahora el bizcocho estará frío, así que puedes desmoldarlo con mucho cariño y con un cuchillo largo pártelo en dos.
- La tercera preparación comienza forrando el molde con papel film, no te preocupes si quedan arrugas, en primer lugar porque el molde es redondo y hacerlo perfecto es una filigrana, pero además no es necesario, las arrugas se marcarán en la gelatina y eso dará un acabado más rústico, más lindo.
- Pon la base del bizcocho dentro del molde y con una cuchara emborráchalo con el café, hazlo poco a poco para no pasarte, solo tiene que quedar un poco húmedo. Vierte la mitad de la “futura” gelatina, que aún está bastante líquida sobre el bizcocho y también alrededor para que quede forrado.
- Pon el segundo trozo de bizcocho, esta vez boca abajo, así tendrás encima una superficie lisa más fácil de decorar, y termina de añadir el resto de gelatina cubriendo por completo.
- Aún sin solidificar, decora con las fresas y frambuesas que has reservado, hazlo como más te guste, expresa tu creatividad !!
- Ya solo queda esperar, mete el pastel en el frigorífico durante un par de horas para asegurarte de que quede bien cuajado.
- Cuando desmoldes y quites el film, desde fuera vas a ver una gelatina preciosa y consistente, será al cortar cuando aparezca la sorpresa , ¡¡Tiene bizcocho dentro !!! jajajaja
El rojo es el color del amor y las fresas, por excelencia, la fruta de la pasión. ¿puede haber un mejor postre para San Valentín?
Recuerda, además, que las fresas son buena fuente de fibra, vitamina C y magnesio. Tienen acción diurética, por lo que resulta beneficiosa en caso de gota, artritis, reuma… Por su contenido en ácido salicílico tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias. También son beneficiosas para el hígado, previniendo la formación de piedras, sus antioxidantes retrasan el envejecimiento, y, ¡¡espérate!!, tienen muy pocas calorías, así que no te cortes si estás intentando controlar tu peso.

Escrito por: Beba
Cocinar es de Guapas – Enero 2020