
Combinados con hummus, tienes un platazo super completo!
A todo el mundo no vegano, le preocupa de dónde sacamos las proteínas los veganos, pues mira, esta es una de las maneras y, además, de las más fáciles, combinar un cereal y una legumbre, así en el mismo plato tenemos todos los aminoácidos esenciales. Por otra parte, estamos añadiendo fibra, minerales, vitaminas a nuestra dieta.
Cuando el cereal elegido es el mijo, además es apto para celíacos, porque no contiene gluten.
Elaboración
- Cortamos la cebolla y la zanahoria en trocitos muy, muy pequeños.
- En una cazuela ponemos un chorrito de aceite (como dos cucharadas) y empezamos poniendo la cebolla. A fuego lento y, sin dejar de remover, para que no se queme, mantenemos hasta que quede transparente. Añadimos la zanahoria y seguimos dando vueltas durante dos o tres minutos.
- Ponemos el mijo (previamente lavado), añadimos la sal, la pimienta y el ajo en polvo y por último el agua.
- Mantenemos al fuego, tapado, hasta que no quede nada de agua. En este punto debería estar perfectamente hecho.
- Pasamos nuestra mezcla a una bandeja plana, bien extendido, para que enfríe rápidamente. Añadimos el perejil bien picado.
- Cuando ya no queme al tacto, es hora de meter la mano. Nos las humedecemos con un poco de agua, y vamos cogiendo porciones y dando forma de medallón, como de un centímetro de grueso. Con las manos húmedas no se pega la masa.
- Las vamos colocando en una bandeja de horno sobre papel de hornear.
- Metemos al horno a 200º durante 15 minutos aproximadamente, o hasta que estén ligeramente dorados.
- Dejamos enfriar un poco antes de manipular, en caliente es más fácil que se rompan.
- Disfrutamos nuestros medallones, untando en hummus ligero de garbanzos o en cualquier salsa.
El mijo es, como te decía, un cereal libre de gluten, así que apto para celíacos, pero es interesante no sólo por eso:
- Es rico en carbohidratos complejos, que resultan muy saciantes y son de asimilación lenta, por lo que no va a producir picos de glucemia, siendo interesante para diabéticos.
- Desde la visión de la macrobiótica, es reconstituyente de la flora intestinal.
- Es rico en grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas, las grasas más saludables, indispensables para el sistema nervioso
- Tiene buena cantidad de fibra, que ayuda a regular nuestro tránsito intestinal.
- Es rico en minerales como hierro, fósforo, calcio, zinc, magnesio…
- En cuanto a vitaminas, sobre todo contiene del grupo B, fundamentales par el sistema nervioso.
- Por su alto contenido en lecitina, se recomienda en caso de colesterol.
- Si lo comparamos con el arroz, (es un cereal que podemos usar de manera muy similar) gana de calle, con prácticamente las mismas calorías, pero superándolo en proteína, fibra, grasas saludables, minerales y vitaminas del grupo B.

Escrito por: Beba
Cocinar es de Guapas – Noviembre 2019