
Recordando sabores de la infancia
Si, te voy a reconocer que, entre los sabores que recuerdo con agrado de la cocina de mi madre, están sus albóndigas. ¿las echo de menos?, ¿me apena no comerlas? ¡¡¡ En absoluto !!! porque tengo muy claro cuál es mi opción alimentaria, y los animales no entran, y porque existen opciones alternativas a base de verduras, cereales, legumbres… que son nutritivas, fáciles de hacer y deliciosas. Ojo!, cuando digo fáciles, no siempre quiere decir que se hagan en diez minutos, hay versiones más elaboradas que otras, pero en cualquier caso sin mucha complicación, y con la ventaja de que puedes hacer una buena cantidad y congelarlas para cuando te apetezcan.
Hacer una albóndiga, al final, no dista mucho de hacer hamburguesas, solo que la hamburguesa se prepara a la plancha o al horno, y esto le da consistencia, y las albóndigas en general las comemos en salsa, así que es interesante encontrar una masa que no se deshaga con facilidad.
De entre todas las opciones que he probado para hacer albóndigas, sin duda me quedo con la base de la receta de @dedondesacolasproteínas y que ella llama “no-pollo” para hacer filetes, aunque yo suelo incluir algunos cambios.
Sigue leyendo, porque esta receta te va a encantar!!
Elaboración
- En un bol vamos a mezclar los ingredientes secos (gluten, almendra molida, levadura nutricional, harina de arroz, sal, ajo en polvo, orégano seco y pan rallado).
- Añadimos los líquidos sobre la mezcla y empezamos a mezclar hasta integrar. Al principio con un tenedor, o unas varillas, pero enseguida habrá que meter la mano, la textura del gluten con el líquido es muy chiclosa y hay que trabajarla bien hasta tener una bola.
- Tapamos y dejamos reposar media hora.
- Pasada esta media hora, vamos cogiendo porciones y damos forma de bolas a nuestras albóndigas. En este punto la masa está ya bastante compacta, así que probablemente nos tendremos que ayudar de un cuchillo para ir cortando.
- Mientras que hacemos esto, ponemos al fuego un olla grande con dos o tres litros de agua, la salsa de soja, el trozo de alga kombu y las hojas de laurel.
- Cuando tenemos preparadas las albóndigas y el agua está hirviendo, las metemos dentro y dejamos a fuego lento y tapado unos 40 minutos. El líquido debe cubrirlo todo.
- Una vez hervidas, nuestras albóndigas están listas para usar, preparando una salsa o para congelar. Si quieres guardarlas en el frigo, puedes hacerlo dentro de un tupper con el caldo de hervir y aguantarán bien una semana. Yo muchas veces las congelo por raciones, dentro de frascos de cristal, también bañadas en el líquido.
La ventaja de hacer las albóndigas con una base de gluten (el principal ingrediente del seitán), es que conseguimos una textura firme que no se deshace cuando preparamos una salsa y las dejamos hervir dentro. Además, excepto que seas intolerante al gluten, nos aporta una buena dosis de proteína vegetal de fácil digestión.
Están deliciosas en salsa casera de tomate, en salsa verde, española… o incluso sin ninguna salsa, también podrías pasarlas por una sartén engrasada con una cucharadita de aceite y solo dorarlas ligeramente y acompañarlas de cous cous, ensalada, patatas al horno, unas legumbres salteadas…. son tantas las combinaciones posibles para disfrutar de este plato, que me vuelvo loca solo de pensarlo.

Escrito por: Beba
Cocinar es de Guapas – Noviembre 2019